Este espacio es para expresar ideas y pensamientos personales. No tiene como objetivo ofender.

febrero 22, 2004

Still in denial. Lo que sí es que ya quiero que sea verano. Por el sol y la probabilidad de despertar acompañada. Pero diferente. Y no sé cómo me aguanté las ganas de ir corriendo hoy al cibecafé. Corriendo o en Tramway, lo que pase primero.

febrero 21, 2004

Hoy pasó algo más que extraordinario. David Izazaga. David Izazaga escribió en mi guestbook. Y escribió que mis cuentos estaban padres. Desde que estoy acá sólo unos cuantos sonidos y una cuerda me han hecho así de feliz. David Izazaga. Obviamente mi bien instalada paranoia no me deja creer que es él. Pero por el momento, cuando me despierto pienso en eso y soy así de feliz. Sí, así. Así, señor don David Izazaga.

febrero 20, 2004

¡Jajajaja!

Y en otras noticias, que por ya conocidas no son nuevas (si esto estuviera en inglés tendría mucho más sentido), regresé a Montpellier, ciudad que me arriesga a enamorarme. Creo que debí haber ido al cibercafé, pero la tentación italoamericonsumista fue demasiado tentadora (como suelen ser las tentaciones) y demasiado barata (como no suelen ser las tentaciones)(hice una arroba en lugar del caracolito).

febrero 19, 2004

Más allá de eso, me hacía mucha falta París. Debo confesar que esta vez fue muy diferente. Las naranjas suculentas, el pastel más delicioso del mundo, los coqueteos de la torre, los pisos en flash y la diferencia de los Pablos. Y claro, lo que se quedó igual fue igualmente hermoso, excepto que invernal. Pero de todo, ya se sabe, el metro. EL METRO PARISINO.

ROAD TO PARIS / AVENTÓN

Claro que ir a París tenía que ser una aventura. No podía ser otra cosa. Y llegar aquí me ha hecho bien. El olor del metro, que para nada es el de miados, y la ciudad me incitan a volver. Con todo y los seis carros y cargar mochilas y la realización amorosa rechazada, creo que viajar así no es arrepentible. De hecho es maravillante que haya hombres de más de 35 ó 40 años que escuchen Louise Attaque y Manu Chao. Y claro, andar con Jénnifer jamás se me hubiera ocurrido, si no fuera por los hombres Pakistaníes, los cafés y, claro, los hoteles.

febrero 13, 2004

Y luego, de repente, escribes otro nombre, pero no es tan fácil. Las letras se escapan y se hacen otra vez el otro. No, no es tan fácil (como pensabas). Y todo depende. Claro, depende del tiempo. Como ahora cuando ya han pasado días y escribir esto ya no es tan fácil.

febrero 09, 2004

Mi maestra de filosofía del lenguaje es rara. Se para frente a todos y nos habla de los símbolos (dice cosas que ya sé... que todos deberían de saber). Luego, se agarra mechones del pelo (como cuando... pero no, eso debería ir del lado de las cosas para olvidar) y camina de un lado al otro. En realidad lo importante de mi clase pasó antes de que empezara. El ruido es igual en todos los idiomas. El ruido de gente hablando es como música y no se lee en español o en francés sino en notas musicales que son universales. Bueno, menos en India.

febrero 06, 2004

Ajá. He cambiado de receptor. Se siente raro. Y lo gracioso es que nadie sabe. Es lo bello de las palabras deícticas. Nunca sabes. Their meaning is ever changing. Me gusta mucho eso. Meaning should always be elusive.

febrero 05, 2004

Un año es tanto. Es demasiado. Abrumador. Y cuando lo ves del lado derecho debajo del final de un cuento de Edgar Allan Poe se te puede olvidar de repente que aunque sólo está el año ahí, detrás está un mes, un día, ciertos minutos, o quizá sólo uno, en fin, un instante que se esconde de todos, para siempre (esque eso es lo que hacen los instantes).

febrero 02, 2004

Como siempre, pensar está bien, siempre y cuando no lo haga uno en exceso (todo con medida). Pero, let’s get real, en un vuelo de 11 horas no pensar se vuelve algo incómodo. Agradablemente, though, el disco de Nerv que escucho cubre el sonido del motor. Y afortunadamente me lleva a esto de sacar el lápiz. Y como dijo Susana (¿Quién es Susana?)(pero no lo dijo; lo escribió) no hay viaje sin texto (¿o texto sin viaje?). Así que ahí está (aquí). Me preocupa un poco esto de ir a Francia, porque ya se sabe que Francia le hace algo raro a la gente (yo creo que es por el olor). Y aunque suena divertido (pero sólo si lo dices mientras haces caras), creo que ya me han hecho muchas cosas raras en mi vida (ah, pero escribes muchas y no suficientes)(gotcha!). Al final no se controla y en medio me voy a Francia y ya ni modo. Lo que sí espero es escribir mucho(s) (cuentos). Es hermoso saber que cuento cuentos porque soy una mentirosa. ¿Quién podría confiar en un(a) escritor(a)? Nadie. (No. Mucha gente confía en los escritores. ¿Quién debería confiar en los escritores? Esa es otra cosa)(Claro que es otra cosa, idiota.)(I hate the deceiving sun.)