Este espacio es para expresar ideas y pensamientos personales. No tiene como objetivo ofender.

junio 18, 2004

Oh!, how you inflict me with wounds of paranoia and desire.

Hasta hace poco estaba posteando lo que escribía en la libretita que me regaló Susana. Pero ya no postearé eso. ¿Porqué? Por capricho yo creo, o porque me da flojera copiarlo. No sé. Mi amiga Emily regresa hoy. Regresa comprometida y con su futuro esposo. Y obviamente estoy invitada a la boda en Tennessee. Y después de eso haremos viajes anuales a Nueva Orleans. Y ella en tres años tendrá hijos. O en dos, yo digo que en dos. Y voy a ser tía Ilsa. O más bien, tía Crazy Mexican. Esperemos que no tía Tula. Pero llevaré a sus hijos a Disney mientras ellos se van a cualquier lado. Y hablarán tantito español. Qué raro. Yo no tengo sobrinos a los que vea, pero siempre me ha atraído el puesto de tía. Porque los hijos no son míos, pero puedo fingir que sí son y no parir en el intento.

Susana, me gusta mucho tu blog. Es el que más me gusta de todos los que leo (yo también hago mi tour). Por eso lo leo siempre siempre al final. Y yo lo que digo es, ¿porqué no hay un nutriablog? La Penguin Sisterhood lo requiere.

Y regresé de París y Moe está ahí y no lo ví. Me enteré cuando hablé con Federico ayer. Grrr. Tengo que mandarle un mail diciéndole que es un tonto. Check. Mail sent. Anyway, en París me di cuenta de quién es mi verdadero padre. Y regresaré con dos fotos de su tumba. Y estuve triste sentada en la base del árbol. No sé porqué. ¿Cómo podría ser esa tristeza egoista de la que sufren las viudas y los huérfanos? Nunca fue mío en verdad. Sólo es mi padre en esa forma en que los padres influyen en cómo eres profundamente pero sin que te des cuenta hasta que ya estás demasiado grande para querer cambiarlo en verdad. No lo extraño. Lo llevo siempre en su libro amarillo, donde lo conocí. Pero se me hace extraño que haya podido ser mi padre así y que me haya invadido ese sentimiento inevitable pero sin explicación aparente. Y lo padre de ir al Père Lachaise fue que, al contrario de lo que esperaba, mi miedo desmesurado a la muerte se disipó de repente. Como que en el cementerio la muerte es tan común, está tan por todos lados, que se vuelve reconfortante, al menos para mí. Y en mi aprensión, porque sabía que saliendo de ahí regresaría al mundo de la gente que se muere constantemente, el mundo del proceso constante, de los que están caminando, atareados, sin pensar en que se van a morir, como yo pienso todos los días, quise quedarme ahí a vivir. Pero el panteón cierra a las seis.

Hoy visité por primera vez el blog de nahui. Y lo que me asaltó fue en primer lugar que llego tarde. Que están muchas cosas dichas. Muchas cosas que me gustaría explorar, pero no ahora porque no he comido y estoy esperando a Emily para ir a su cuarto por mi estambre. Y en segundo lugar, que los resultados de la diverti-encuesta siguen sin ser posteados. Creo que los postearé en mi blog o igual y hago un trato con la vitrina online. Bueno, pero como no he leído lo suficiente para opinar, dejo aquí mis reflexiones sobre estratexa.

Ah, pero antes, un mensaje para Beatriz. Siempre supe que ese "¡La!" no podía dejarme perpleja nomás porque sí. Beatriz, tú eres Orlando. Deja de ocultarlo, díselo al mundo entero y sigamos con nuestras vidas.

Faltan sólo ocho días para que regrese. Y mi único miedo es el estancamiento. He estado escribiendo tanto acá. Y estaba tan estancada en Monterrey. No quiero estancarme de nuevo. Eso y mis constantes sueños de violencia intrafamiliar... Comoquiera, I just can’t wait (to be king).